Dificultad: F+
Fecha actividad: 02-03.07.2016
Juan me ha comentado un bonito itinerario para encadenar varios tresmiles por Ordesa, en una ruta que él ya había hecho. Tengo ganas de disfrutar en soledad de una buena excursión un fin de semana completo, y así espero que sea, aunque la tarde del domingo depare de forma inesperada una noticia funesta y lamentable.
Así que carretera hacia Torla sábado por la mañana. Salgo tarde, me lo tomo con calma, y empiezo a caminar a las 11:00 de la mañana desde el parking hacia el circo de Carriata. Enseguida mi vista se posa en el Tozal del Mallo, imponente y desafiante. Sólo lo he escalado una vez, la más fácil, la Ravier, pero algún día tocará volver.
El cielo está nublado y la vegetación húmeda. Está claro que ha llovido hace apenas unas horas; mientras no lo haga esta noche durante el vivac. Al cabo de una hora empiezo a subir por las clavijas de Salarons, y me cruzo con una pareja. Será una de las pocas veces que me encuentre con alguien en todo el fin de semana.
Una vez en Aguas Tuertas me doy cuenta que me he dejado la crema solar, pero llevo protector de labios. Veremos si también funciona para zonas que no sean los labios y nariz. Mi objetivo del día, los Gabietos, están ocultos por las nubes, y voy revisando el mapa para no perderme en este laberinto de piedra calcárea, donde los isards son los reyes de este solitario paraje.
Alcanzo el collado de Salarons, pero no era necesario, pues había que girar antes al Oeste para emprender la subida al Collado Blanco.
Después de una delicada travesía afronto una gran pala de nieve que me conduce al citado collado, y poco después al collado de Gabietos. Desde ahí, la ascensión al Gabieto Occidental y Oriental es un momento. Por hoy no está mal, más de 1800 m de subida.
Ahora a descender y buscar un vivac lo más confortable posible. Como el Taillón lo he subido varias veces, lo bordeo por el sur, en dirección a la Brecha de Roland.
Llego a un oasis de piedras y acogedores vivacs. Es muy pronto, las 18:30, pero aquí me quedo, pues no sé si encontraré algo mejor más adelante. Ya a las 21 estoy dentro del saco, después de cenar y fundir nieve, soñando con montañas.
Me despierto a las 7, maldición !...Me he quedado dormido. Ya es de día y no hay tiempo que perder, pues me quedan 7 tres-miles, descender y volver en coche a casa. Después de un frugal desayuno, me pongo en marcha. Paso de largo la brecha, y algo después del paso de los Sarrios, encaro la ascensión del Casco de Marboré, por unas palas de nieve bien transformadas. Más arriba encuentro los pasos más delicados de todo el fin de semana. Primer tresmil del día.
Desciendo y afronto la ascensión de la Torre de Marboré, esta vez por una pala más inclinada, aunque la parte final es más fácil. Ahora sigo por la arista, muy ancha y tranquila. Poco después de pasar el Col de la Cascade, franqueo los Picos de la Cascada por el Sur.
El acceso directo al Pico Occidental está mojado, descompuesto y con una rimaya que da miedo, por lo que opto por el camino normal. Después de una buena hora llego al collado entre el Pico Marboré y el Pico Oriental de la Cascada. Desde ahí accedo a los tres picos de la Cascada. El ambiente es por supuesto, sensacional.
Vuelvo sobre mis pasos otra vez al collado y emprendo la subida al Pico Marboré, primero por la arista seca y después por una pala de nieve que me evita escalar tramos descompuestos. Por fin llego al último tresmil del día. Una última foto y la batería del móvil se agota.
Ahora todo es bajada, pero la ausencia de crema solar está haciendo estragos y noto que arde cada parte de mi piel expuesta. Una vez en Goriz saludo a Joan Maria, el guarda, y emprendo el interminable recorrido de vuelta por el circo de Soaso para coger el bus y luego el coche.
Cerca de Barbastro paro a comer algo. Me llama Juan. Me da una noticia espantosa y trágica. La Roser Mir se ha despeñado hoy mismo en la cresta Cabrioles - Lezat... Al principio pienso, incomprensiblemente, que me toma el pelo. Pero quien gastaría una broma así ?...Me cuenta más detalles...Me quedo abatido; estuve hablando con ella jueves y viernes, porque me pidió información de la cresta, que ya escalé años atrás. No era el final que esperaba del fin de semana. Tenía muchas ganas de volver a escalar con ella.
Descansa en pau, petitona. Mai t'oblidarem.
Un abrazo a tod@s,
Jose
No hay comentarios :
Publicar un comentario