Después de más de cuatro horas llegamos al emplazamiento de vivac, a los pies de la arista de Promontoire, no muy lejos del refugio. Perplejo, descubro que mi esterilla hinchable se ha pinchado. Hoy tocará dormir duro. Cena rápida y a las 20:00 ya estamos durmiendo.
Toque de corneta a las 2:00 h y a las 3:00 salimos hacia el glaciar. Al cabo de 15 min nos encordamos y nos ponemos los crampones.
Encontrar el inicio de vía no parece fácil, pero llegamos a una rampa que tiene buena pinta al principio. Además la rimaya está muy fácil.
Después del primer largo quedamos empapados. El agua del glaciar Carré parece que chorrea hasta aquí, y hasta que no viramos a derecha no evitamos el remojón. Al cabo de tres largos salimos a unas terrazas fáciles. Ya hay claridad, y observamos dos cordadas que han debido salir del refugio, una de franceses y otra de italianos, y que en breve nos alcanzarán. Aquí la gente está muy fuerte !.
Enseguida llegamos al inicio de las dificultades y nos calzamos los pies de gato. Después de la cordada de Josep y Selene, sale Jose S. hacia el diedro. Monta R al cabo de 40 m y salgo yo. Cuando llevo unos 5 metros me desequilibro y caigo unos 8 metros por culpa del chicle de la cuerda, con péndulo incluído. Porrazo en el trasero. El hematoma me durará dos semanas. Llego a la R, jeje...es de un solo pitón. Ahora sigo yo. Continua por otro diedro, de V/V+. Vaya con el grado. O es la altura, o el peso de la mochila, o estoy flojete,...pero monto R resoplando. Los italianos nos pasan a toda velocidad. El que va de primero va tan sobrado en el V que no pone nada en 30 m.
Dos o tres largos más por diedros muy verticales nos llevan a una plataforma antes de un largo de travesía ascendente de V+.
Hay cola. Vemos a los italianos pasar el tramo central en A1 (sic). Luego va Josep, primero en libre y luego también en A1 (no era V+?). Lo vemos desaparecer por el diedro final. De repente un ruido. Vemos a Josep volar, por detrás de él un gran bloque de un metro y otro más pequeño. Queda colgando en el vacío. Le ha parado el italiano que iba de segundo. Miro a mis compañeros. Están pálidos, como yo seguramente. El vuelo, bestial, ha sido de al menos 15 m. Una presa le ha saltado y el bloque debe haberse arrancado en la caída. Después del susto remonta y acaba el largo. Cuando me toca aprovecho los seguros que nos ha dejado Josep y acabo el largo combinando libre y artificial.
Después de unos largos más fáciles, nos topamos con más dificultades, por encima quizás del V+. Además, vemos algunos espits. Puede ser que nos hayamos salido de la vía. Otra vez Josep nos deja algún seguro puesto para que Jose y yo no nos retrasemos mucho.
La verdad es que estamos cada vez más cansados. Selene se queja de que es la única que está escalando con botas, yo llego a las R's ahogado y Jose S. no dice nada. Al cabo de un rato llegamos a la vira que da acceso al glaciar Carré. Son las 14:00 y llevamos unos 600 m de vía. Lo que sigue no está nada claro. Otra vez debemos estar fuera de vía.
El escape está al lado, pero Josep decide probar por el diedro fisurado que vemos. Monta R al cabo de un rato porque se ha quedado sin material. Comenta que mejor retirarse ahora ya que este largo era muy difícil y lo que viene seguramente más, y no es cuestión de quedarse con todos los boletos del vivac a pelo.
Como ha subido con una sola cuerda me aseguro a ella, y subo con la otra para que Josep pueda rapelar. Vaya larguito, me cuesta un mundo llegar a la R. A la noche miraremos una reseña y sabremos que es 6a, y aquí pica todo más.
Poco después estamos ambos en la vira. Nos encordamos los cuatro y atravesamos el glaciar por la parte inferior. Es impresionante. Aunque cada vez está más menguado, parece increíble que persista este glaciar a 3.700 m en plena cara sur.
Poco después llegamos a los rápeles de bajada por la "vía normal". Con cuerdas de 50 m nos ahorraremos algunos. En uno de ellos se engancha el nudo y sube Josep por la cuerda a solventar el problema, pero afortunadamente vemos a los italianos de antes que bajan de la cima y nos desencallan el problema.
Después de una amplia terraza y un par de rápeles, toca destrepar por terreno delicado y expuesto. Ahora vamos más rápidos, pero las horas pasan volando, hasta que encendemos los frontales, y poco después, un último rápel nos deja en el refugio de Promontoire, a las 22.30 h.
El guarda, muy amable, nos deja tomar un lúpulo reparador a pesar de la deshora. Miramos reseñas y vemos donde nos podemos haber desviado. Comentando la jugada, acordamos que la crónica se llamará "el vuelo del abuelo".
Y al final, por fin, a las 00:00 volvemos al vivac !. No hemos acabado la vía, pero estamos muy satisfechos. Hemos escalado gran parte de la misma, hemos hecho largos bonitos y difíciles, y hemos tomado la sabia decisión de bajarnos en el momento oportuno. Además la bajada ha sido segura y sin contratiempos serios. Lo único malo es que me vuelve a tocar dormir en el p...suelo. Nunca más esterillas hinchables.
Gracias compañeros por compartir este día !...y sobre todo gracias a Josep por hacernos posible llegar hasta casi el final.
Un abrazo a tod@s,
Jose