Longitud: 350 m
Dificultad: D+, 75º, M4+
Orientación: Este
Equipamiento: en las primeras R hay algun pitón.
Material: doble piolet, cintas largas, 3 tornillos de hielo, friends hasta el 1#
Aproximación: 1h 15 min
Fecha actividad: 08.01.2011
De esta actividad hace ya unos 6 años, pero conservo un gran recuerdo cuando la hice con Toni. Si subir a una de nuestras más amadas montañas catalanas es ya de por sí un regalo, hacerlo por una de sus más clásicas vías no tiene precio. La vía fue escalada por primera vez el 22 septiembre de 1920 por J. Escarra, M. y P. Muxart. Actualmente casi se escala exclusivamente en modalidad invernal, pues en verano supongo que la roca debe estar demasiado suelta y rota. Le he cogido prestado el preciso croquis a Laura de su blog BenvingutsalParadís.
Después de una larga aproximación el viernes en coche por la pista de Cortalets, con el ansia de llevar el vehículo lo mas cerca posible del refugio, conseguimos que suba por un tramo que, aunque parece otra cosa, está helado. Una vez arriba, me pregunto como bajaremos el coche desde aquí arriba cuando acabemos la actividad. El refugio está cerrado, pero nos metemos en la zona libre a preparar nuestra cena.
Ya al día siguiente obviamente toca madrugar, y después de almorzar iniciamos la aproximación en dirección a la brecha Durier, de alrededor de una hora y bastante cómoda. Antes de la brecha, vemos la ruta, que parece en excelentes condiciones, y ya en el primer largo podemos comprobar como los piolets entran a muerte.
Las principales dificultades están sobre todo en los primeros largos, tramos de entre 70 y 75º, con especial mención al cuarto largo, donde tendremos que solventar unos pasos de mixto en IV+.
El segundo largo también sale bien, pero en el tercero ya Toni llega a una zona de mixto bastante vertical, y después de mirárselo con calma lo consigue superar. Ahora llega la guinda con el cuarto largo, una largo diedro-chimenea de casi 60 m de 70º y IV+ en roca, de dificil protección y hielo escaso. Una vez me meto, voy subiendo en piolet tracción hasta que el hielo se va reduciendo, y casi hay que ir gancheando para no cargarse lo poco que queda. Además, la roca es granito liso y ya no hay casi fisuras en el tramo clave del largo. Toca echarle morro y subo unos cuantos metros sin poder meter nada hasta que llego a una R de un pitón que refuerzo.
El siguiente largo también es delicado, pero muy estético, remontando un espolón nevado. Consigo hacer una foto a Toni desde la reunión.
Ya los siguientes largos son campas de nieve con algunos resaltes, y progresamos un poco más rápido. Llegamos a la brecha un poco tarde, pero a la cima solo queda un momento.
El segundo largo también sale bien, pero en el tercero ya Toni llega a una zona de mixto bastante vertical, y después de mirárselo con calma lo consigue superar. Ahora llega la guinda con el cuarto largo, una largo diedro-chimenea de casi 60 m de 70º y IV+ en roca, de dificil protección y hielo escaso. Una vez me meto, voy subiendo en piolet tracción hasta que el hielo se va reduciendo, y casi hay que ir gancheando para no cargarse lo poco que queda. Además, la roca es granito liso y ya no hay casi fisuras en el tramo clave del largo. Toca echarle morro y subo unos cuantos metros sin poder meter nada hasta que llego a una R de un pitón que refuerzo.
El siguiente largo también es delicado, pero muy estético, remontando un espolón nevado. Consigo hacer una foto a Toni desde la reunión.
Ya los siguientes largos son campas de nieve con algunos resaltes, y progresamos un poco más rápido. Llegamos a la brecha un poco tarde, pero a la cima solo queda un momento.
Contemplar el Mediterráneo desde aquí arriba en pleno invierno es una sensación indescriptible.
Tras un rato de éxtasis, comenzamos a descender por la vía normal dirección al refugio de Cortalets.
Todavia nos queda hoy empaquetar todo y volver en coche por la larga pista y luego dos horitas más hasta Barcelona. Una vez en el coche me doy cuenta del error cometido al haberlo subido hasta ahí el día antes. La pista a estas horas de la tarde vuelve a estar totalmente helada y bajar por ahí ni se me ocurre.
Tras un rato de éxtasis, comenzamos a descender por la vía normal dirección al refugio de Cortalets.
Todavia nos queda hoy empaquetar todo y volver en coche por la larga pista y luego dos horitas más hasta Barcelona. Una vez en el coche me doy cuenta del error cometido al haberlo subido hasta ahí el día antes. La pista a estas horas de la tarde vuelve a estar totalmente helada y bajar por ahí ni se me ocurre.
Volvemos al refugio; de cena tendremos las miserables sobras del día y de desayuno nada por supuesto.
Ya al día siguiente comienza nuestra pequeña epopeya para bajar, y no se nos ocurre otra cosa que montar una reunión en árbol y ayudar a bajar el coche con un dinámico. Yo por si acaso me pongo el casco, mientras unos franceses nos ayudan con más cabos al coche.
Finalmente llegamos a la pista transitable, y tomamos rumbo a casa, felices de lo realizado el fin de semana.
Un abrazo a tod@s,
Jose
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