Zona: Pirineos Boí
Altura: 2.750 m
Dificultad: D (IV+)
Material: 8 cintas, 3 friends medianos, semáforo aliens, 1 juego de fisureros, 2 cuerdas dobles de 30 m y un cordino de rápel de 30 m.
Aproximación: 30 minutos desde el refugio de Ventosa i Calvell
Fecha: 19.06.2011
El parque nacional de Aiguestortes es un paraíso para montañeros y escaladores. Particularmente, la zona de Boí, además de ser la zona de Catalunya con más 3 miles, reúne una colección de crestas difícil de superar en otros lugares del Pirineo. Entre ellas está la Cresta de Travessany, que recorre las 5 agujas homónimas, y que dibuja un perfil muy agreste y recortado, sin apenas tramos horizontales y con muchas trepadas y rápeles. La dificultad no es mantenida, con un par de pasos de IV+, algún IV y abundante III. El granito, de bueno a excelente. A excepción de las instalaciones de rápel, no encontré ningún material de seguro adicional.
Así que el sábado nos desplazamos en coche hasta el embalse de Cavallers desde Barcelona. Vienen conmigo mi hermano Alberto y Elisa.
La aproximación hasta el refugio Ventosa i Calvell es agradable, y el paisaje, incomparable. En apenas hora y media llegamos al refugio donde nos espera una buena cena.
Espero triunfar en este intento. La primera vez la lluvia nos impidió a mi y a Natalia emprender la actividad y nos tuvimos que conformar con subir el Montardo. La segunda vez, con mi hermano, una nevada impropia de la época nos cerró la posibilidad, pero al menos subimos la Punta Alta.
Nos levantamos pronto y al alba ya realizamos la aproximación, de apenas 200 m de desnivel y unos 30 minutos.
Nos encordamos en uan repisa y al pie de un pequeño muro de III, debajo del espolón evidente de la primera aguja. Pronto entramos en calor en la fría mañana a más de 2.300 m.
El terreno al principio es herboso e incómodo, las cuerdas rozan, pero pronto llegamos a la cima de la primera aguja y un fácil destrepe nos lleva a la primera brecha, que da acceso a la segunda aguja. El tramo clave es un diedro de IV de granito perfecto. Luego el terreno se torna más fácil.
El cordal sigue siendo ancho. Alcanzamos la segunda aguja y abajo un rápel de 20 m nos deposita en la segunda brecha.
La tercera aguja se escala con varios largos de III. El ambiente es fantástico, y ya la cresta es estrecha y aérea.
Destrepamos la aguja y al llegar a la brecha vemos un muro fantástico de roca. Debe ser el tramo de IV+. Mientras Elisa me asegura mi hermano va echando fotos. El inicio es vertical pero se protege bien. Subo una lastra adosada, y voy recto, equipando por un diedro. A unos 30 m monto R en un cuerno de roca.
El siguiente largo escalo a la derecha para montar otra R, para acometer el siguiente tramo. Intento seguir en travesía a derecha y veo 3 diedros, a cada cual más vertical. Opto por el de en medio, que protejo con friends grandes. Las fisuras son perfectas y la escalada placentera. Monto R en un bloque y ya estamos en la cima de la cuarta aguja.
Pronto descendemos destrepando a la siguiente brecha y en varios largos de III con bonitos diedros alcanzamos la quinta aguja.
Estamos disfrutando y es una lástima que la cresta se esté acabando. Continuamos por la cresta y encontramos el primero de los rápeles, muy corto.
Para descender al camino optamos por rapelar por la canal que da al Oeste, muy descompuesta y peligrosa. Al final, llegamos al camino que nos lleva al refugio.
En fin, preciosa cresta, rápida y segura, pero que requiere cierta experiencia en este tipo de terreno.
Un abrazo a tod@s,
Jose
www.cordada.org
Espero triunfar en este intento. La primera vez la lluvia nos impidió a mi y a Natalia emprender la actividad y nos tuvimos que conformar con subir el Montardo. La segunda vez, con mi hermano, una nevada impropia de la época nos cerró la posibilidad, pero al menos subimos la Punta Alta.
Nos levantamos pronto y al alba ya realizamos la aproximación, de apenas 200 m de desnivel y unos 30 minutos.
El terreno al principio es herboso e incómodo, las cuerdas rozan, pero pronto llegamos a la cima de la primera aguja y un fácil destrepe nos lleva a la primera brecha, que da acceso a la segunda aguja. El tramo clave es un diedro de IV de granito perfecto. Luego el terreno se torna más fácil.
El cordal sigue siendo ancho. Alcanzamos la segunda aguja y abajo un rápel de 20 m nos deposita en la segunda brecha.
La tercera aguja se escala con varios largos de III. El ambiente es fantástico, y ya la cresta es estrecha y aérea.
El siguiente largo escalo a la derecha para montar otra R, para acometer el siguiente tramo. Intento seguir en travesía a derecha y veo 3 diedros, a cada cual más vertical. Opto por el de en medio, que protejo con friends grandes. Las fisuras son perfectas y la escalada placentera. Monto R en un bloque y ya estamos en la cima de la cuarta aguja.
Estamos disfrutando y es una lástima que la cresta se esté acabando. Continuamos por la cresta y encontramos el primero de los rápeles, muy corto.
Luego, otros dos rápeles de unos 20 m nos dejan en la última brecha.
En fin, preciosa cresta, rápida y segura, pero que requiere cierta experiencia en este tipo de terreno.
Un abrazo a tod@s,
Jose
www.cordada.org
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